Buscar este blog

Visitas al Blog

domingo, 25 de abril de 2021

Hablemos de Caligrafía Oriental

 

En el mundo de las artes marciales, no es poco común entrar a una escuela adornada con estos caracteres que son elegantes y muy llamativos para algunas personas; de igual manera vemos a mucha gente portar uniformes y cintas (o cinturones) con escritura china o japonesa.  La caligrafía china es el arte de la escritura con tinta y tiene más de dos mil años de historia.

 

Se dice que la belleza de los caracteres chinos muestra la energía interior (Qi) del calígrafo, fluyendo a través del movimiento del pincel, el gesto de la mano, la forma del trazo y la tinta. Cada trazo es un recorrido más allá de lo estético, pasando por lo técnico y filosófico, hasta llegar a lo espiritual. La práctica y el aprendizaje del arte de la caligrafía permite disfrutar de una profunda sensación de tranquilidad y paz interior. También nos deja importanes lecciones como la fluidez el carácter y la seguridad con la que se debe ejecutar cada trazo, sin olvidar el compromiso de que una vez hayamos tocado el papel con el pincel y la tinta iniciado un trazo, debemos llegar hasta su culminación;

 

Cuando los practicantes de artes marciales aprenden caligrafía, encuentran similitudes con el movimiento. Para un calígrafo el movimiento de la espada y su sutileza es una fuente de inspiración. No podemos olvidar que la escritura es tan poderosa como cualquier arma. Para un maestro de artes marciales, la caligrafía equivale a la destreza de la espada reflejada sobre el papel.

 

Al igual que el origen de las artes marciales chinas, la invención de los caracteres chinos se atribuye a una leyenda de la antigua China conocida, pero que no está registrada como un dato histórico. Según la leyenda el Emperador Amarillo (igualmente figura mitológica China que se supone habría reinado entre el 2698- 2598 a.C.) descontento con el método de información de grabación, encarga la tarea de crear los caracteres para la escritura a un personaje llamado Cang Jie. (esto me hace pensar en la similitud del nombre dado por la escritura japonesa a los caracteres derivados de los chinos – kanji)

 

Cuenta la leyenda que Cang Jie prestó atención a las características de la naturaleza que le rodeaba para hacer una larga lista de caracteres presentándole al Emperador un sistema completo de escritura.  Este sistema de caracteres se transmitiría y enseñaría a cada una de las nueve provincias.

 

No es necesario que los artistas marciales sepan caligrafía china o japonesa, no es necesario que hablen esos idiomas, no es necesario que adopten todas las costumbres o la cultura de esos países, pero si es importante que conozcamos un poco acerca de las raíces de los sistemas, estilos o artes que practiquemos; por ejemplo, podemos aprender a tocar un instrumento de oído y ser muy buenos en ello, pero para poder decir que somos músicos deberíamos aprender a leer la música y para ello es necesario que comprendamos su nomenclatura, de igual manera, podemos ser hábiles para dibujar pero si no conocemos las técnicas apropiadas no podemos afirmar que somos pintores.

 

La intención de escribir esta nota es porque en LEMACS enseñamos que el Arte Marcial no es algo que se limite únicamente a la practica de formas de combatir, ni a formas de hacer ejercicio o deporte, el arte marcial va más allá de brincos, gritos, golpes y patadas, es algo que se vuelve parte de nuestra vida en cada una de las diferentes actividades que tenemos, en resumidas cuentas, como siempre lo decimos, es una forma de vivir.

 

 

 

 

lunes, 13 de abril de 2020

Entrenamiento #QuedateEnCasa



Las circunstancias actuales del mundo entero, han llevado a iniciar una serie de cambios en nuestras vidas y la forma en que nos movemos, interactuamos y realizamos o dejamos de realizar muchas actividades.

Ahora bien, una actividad que definitivamente tiene que tener cambios muy drásticos es nuestra amada práctica de artes marciales. Y no digo que sea algo malo, por el contrario, pero si creo que hay que exponer determinados puntos a considerar.

Si eres instructor afiliado a nuestras escuelas o de cualquier organización e incluso independiente, quiero invitarte a leer esto y tomarte la libertad de copiarlo  y usarlo si así lo deseas.

Hemos estado publicando desde hace algún tiempo, clases privadas con aprendizaje acelerado, hemos también estado anunciando entrenamiento a distancia, lo que nos ha dado cierta experiencia, y hemos observado  que aparentemente la gente no parecía aceptar completamente el hecho de poder aprender a distancia, o demostró cierto grado de desconfianza. Al mismo tiempo, comparado con las clases presenciales, si hemos de ser sinceros, no ha sido un grupo masivo de personas el que ha mostrado interés por los programas a distancia, e incluso varios se alejan al exponerles los siguientes puntos:

·         La mayor razón por la que es importante tener un instructor, entrenador, coach, o como quieras llamarlo, es que las personas en un gran porcentaje (me atrevería a decir que un 99%) no tienen la disciplina para entrenar solos. Necesitan alguien que los esté motivando y dirigiendo a lo largo de la sesión de entreno/aprendizaje.

·         Un niño es tan capaz de aprender a distancia como cualquier adulto, porque una de las formas que aprendemos es por imitación; pero también es importante la interacción, porque otra excelente forma en que aprendemos es preguntando y obviamente cuando tenemos que responder preguntas. Por eso el instructor, profesor o maestro, deben estar abiertos a preguntas, pero hemos podido experimentar que solo los que tienen verdadero interés hacen estas preguntas.

·         Aunque la clase pueda ser en una reunión grupal en una aplicación que permita varios participantes en video, debe tener también una personalización para el aprendizaje de cada quien, no todos aprendemos al mismo ritmo y no todos avanzamos a la misma velocidad ni asimilamos la misma cantidad de información. Si tienes dudas, debe preguntar a tu instructor y de ser necesario deberás gestionar una clase privada para que pueda atender tus necesidades individuales

·         Estar en un grupo de clase debe ser algo que te motive, que salga de tu corazón, y para ello debes comprender que ahora que no es un tiempo en el que vayas a poder asistir a un gimnasio o escuela o dojo, o como quieras llamarle, debes valorar los muchos beneficios que obtenías en tus clases, beneficios que se volvieron frases “resobadas” como disciplina, actitud, balance físico y mental, capacidad de interactuar o trabajar en equipo, fortaleza física y de carácter, pero sobre todo por salud e higiene física y mental. Si aprecias los beneficios de tu clase de artes marciales, comprenderás que es algo que va más allá de un deporte y se llega a convertir en un estilo de vida.

·         Aprender a distancia no es algo nuevo, inventado por los maestros en estos días de corona-virus, es algo que varios maestros de renombre vienen haciendo hace tiempo, aprendiendo a adaptarse y hacer buen uso de las herramienta que nos brinda la tecnología actual y que seguramente en algún momento de la historia se verán como algo muy normal y más adelante como algo obsoleto.

·         Debes tener mucho cuidado de algunas cosas durante tu entrenamiento en casa, debes cuidar de seguir las instrucciones al pie de la letra y buscar la forma de hacerlo en un área segura, despejada de objetos con los que puedas lastimarte (o romper y enojar a mamá), como mesas, macetas, televisores, conexiones eléctricas, mascotas, etc. debes hacer las cosas con responsabilidad y con ganas de hacerlo con excelencia, para poder desarrollarte verdaderamente y evitar lesiones que son producidas muchas veces por movimientos con desgano y flojera. La responsabilidad de enseñar es de tu maestro, pero la responsabilidad de aprender bien es únicamente tuya. Al igual que en el dojo, debes mostrar respeto y disciplina, aunque ahora estés en la comodidad de tu casa, digamos que en tu territorio, el instructor que te está dedicando tiempo, espera que tú puedas aprender para que puedas avanzar y mejorar en todos los aspectos de tu vida.

·         ¡OJO! Aunque papi y/o mami te acompañen en tu entreno, ellos también debe prestar atención a las instrucciones y recordar que no son el maestro.

·         Los instructores debemos de ser responsables de la forma en que damos una clase, cuidando de los ejercicios que pongamos, de manera tal que no puedan lesionar a alguien que no tiene ni la condición física, ni el entrenamiento, ni la flexibilidad ni el conocimiento que nosotros podamos tener. He visto muchos problemas de lesiones que se manifiestan al cabo de los años, en practicantes que no fueron apropiadamente instruidos en asuntos como los ejercicios de flexibilidad o en el simple posicionamiento de pies y empleo apropiado de articulaciones.

·         ¡¡¡Alerta!!! Si algún ejercicio te está causando dolor o molestia, tienes el derecho y la obligación de hacerlo ver a tu instructor, que está obligado a escucharte y buscar una solución, corrección, supresión, suspensión o cambio de ese ejercicio o la rutina completa.

·         Citando a Grand Máster René
Tongson de ATP, en este tiempo surgirán miles de “masters” expertos con cientos de cybergrados y reconocimientos, debemos ser inteligentes y observar cómo nos dan una clase. Por eso creo que todos los nuevos programas de entrenamiento en casa, deberían ofrecer, por lo menos una clase de prueba a cada persona y mejor aún si es una sesión individual, para conocerse y poder observar si lo que están ofreciendo en clase es lo que se adapta a mis necesidades.

·         Los verdaderos maestros de artes marciales, no se dan en racimo como las uvas, los maestros (que realmente alcanzan maestría) deben tener mucha disciplina y  dedicar largas horas a practicar, aprender, evolucionar, estudiar, analizar, profundizar y buscar la didáctica apropiada para trasladar lo aprendido a sus alumnos.  

·         No se llega a ser maestro solo por imitar una serie de secuencias de movimientos, se necesita dominar lo aprendido, eso se llama maestría. Quien imita, es solamente un alumno en su etapa más primitiva de movimiento. Aprender formas, katas, poomse, kwons, técnicas de defensa, wazas, etc. no me garantiza la maestría o la obtención de un grado, el conocimiento es vano, efímero, fugaz, si no va sostenido por la comprensión y el entendimiento de las cosas.

·         Aprender artes marciales no es coleccionar cintas de tal o cual color, no es coleccionar grados, títulos o diplomas de muchas organizaciones, que tampoco digo que sean malos, todos tenemos derecho a progresar y contar con el respaldo de amigos, maestros y organizaciones que den fe de nuestro buen desempeño. Pero la verdadera responsabilidad de un maestro es no solo tener lo anterior, sino poder desenvolverse no solo como buen practicante, sino como alguien capaz de formar a otros maestros. Para ponerlo en palabras sencillas, un buen árbol de manzanas, debe dar buenas manzanas que a su vez, tengan buenas semillas que lleven su linaje para producir no solo frutos sino tener la capacidad de producir más árboles que den más frutos y más árboles sucesivamente. Un maestro debe ser capaz de formar maestros.

Yo sé que aún estamos iniciando una nueva era para la humanidad, quizás muchos piensen que esto va a pasar pronto, pero sin ánimo de desanimarte, déjame decirte que aunque pase y nos presenten una solución mediata o inmediata, como humanidad nos enfrentamos a una etapa de cambios y debemos adaptarnos, aquí cobra mucha vigencia lo que siempre enseñamos a nuestros niños:

Disciplina es hacer las cosas bien, porque yo quiero que me salgan bien, no necesito alguien que me presione o me vigile, porque yo sé que debo buscar la excelencia.

Te invito a seguir buscando aprender, a no detenerte en tu camino de artes marciales, a seguir progresando y no permitir que estas circunstancias afecten tu salud y tus buenas costumbres, quédate en casa, pero mantente activo! 

Bendiciones





martes, 2 de febrero de 2016

ESTA MAÑANA ME HICE UNA PREGUNTA…



ESTA MAÑANA ME HICE UNA PREGUNTA… SENCILLA, PERO DIFÍCIL DE RESPONDER…

Los padres de familia llegan muchas veces a la escuela de artes marciales a preguntar qué es lo que se enseña, esperando sin duda obtener un mega beneficio para sus hijos. El rango de las diferencias en lo que buscan es inmenso, veamos algunos ejemplos:

·       “QUIERO QUE GASTE ENERGÍA PARA QUE ESTÉ MAS TRANQUILO”, vamos… si estuviera quieto estaría enfermo y tendríamos más razón de preocuparnos. Y si el arte marcial lo deja exhausto, ¿cómo le ira con el rendimiento académico?
·       ”QUE LE ENSEÑEN DISCIPLINA PARA QUE NO HAGA TRAVESURAS”… si no hiciera travesuras no sería un niño normal, todos las hacen de una u otra forma y admitámoslo, todas las travesuras se convierten en motivo de risa al pasar los años, incluyendo esa ventana que rompiste 6 veces en la casa del vecino.
·       “NECESITO QUE ADELGACE”: esta es una buena causa, pero también tenemos que ver que es lo que estamos dando a nuestros hijos a la hora de comer, incluso puede ser que el ritmo de vida familiar esté causando en el niño stress y eso le lleve a comer golosinas, o incluso comida “saludable” en exceso,  para calmar su ansiedad.
·       “QUIERO QUE SEA UN CAMPEON” No quiero ofender a nadie, pero existen muchos casos en los que el padre quiere realizar aquellos sueños frustrados a través de su hijo, o no quiere que sufra del “BULLYING” por el que él tuvo que pasar en sus años de estudio. Claro que existen los padres que fueron numero uno en todo, incluyendo competencias de karate, y quieren que los niños sean igualmente “exitosos”. El problema surge cuando el niño le dice “no me gusta, prefiero pintar o aprender a tocar música” ¿doloroso, verdad?

En fin, como ya dije la gama es inmensa… el punto entonces y mi pregunta es:

¿REALMENTE QUE ENSEÑAMOS EN EL DOJO, LA ACADEMIA, LA ESCUELA DE ARTES MARCIALES?

Es muy común encontrar un folleto informativo, o muchos rótulos y adornos, sitios web, perfiles de redes sociales, donde se hable de valores como la disciplina, el respeto, la auto confianza, la amistad, lealtad, etc. o de habilidades como el balance, la fuerza, la coordinación y otras más.

Esto me trajo a la mente el recuerdo de algunas situaciones:

·           El uso de esto como un banderín publicitario, se anuncia para atraer a los padres y engancharlos, pero ¿te has quedado a escuchar lo que el instructor le enseña a tu hijo durante la clase? ¿realmente le inculca valores? O solamente le infunde un espíritu de rivalidad (¡¡¡OJO!!! Rivalidad no es lo mismo que competencia)
·           Las habilidades son buenas, pero sin valores no son de utilidad, por ejemplo, un contador puede ser muy hábil para los números, pero sin valores… ¡¡cuidado!! Se puede convertir en estafador. Las habilidades generan confianza en sí mismo, pero sin valores esa confianza se puede exceder y convertirnos en abusivos (BULLYES)
·           El buen trato no tiene nada que ver con malcriar a un niño. Uno de los valores más hermosos de las artes marciales es la disciplina, que no tiene nada que ver con el regaño constante o con dar clase basada en castigos y reprimendas. La disciplina, como lo he dicho otras incontables veces, es hacer las cosas bien, porque quiero que me salgan bien, sin necesitar de supervisión o coacción para hacerlas con excelencia, es un hábito que se debe desarrollar, para poder ser puntual, constante, respetuoso, abierto a la opinión y la corrección. Un hábito que nos enseña que no importa si fallamos, esto no quiere decir que fracasamos, quiere decir que debemos levantarnos y buscar la forma de hacerlo cada vez mejor aprendiendo de los errores y mejorando un poco cada vez.  
Cuando adquirimos la disciplina, entonces entendemos que debemos hacer las cosas bien, sin esperar que mi maestro, o mis papás me tengan que llevar a Disney como premio por hacer lo que me corresponde hacer, no debemos premiar al niño por traer buenas notas, podemos celebrar sus triunfos, pero no debemos hacerlo sentirse obligado a ganar preseas por todo lo que haga, en esta vida, tarde o temprano, nos “caemos de la bicicleta” nadie se escapa a la gravedad.
Cuando haga falta una corrección, hay que hacerla a tiempo, no podemos darnos el lujo de enseñar al niño que está haciendo  algo bien cuando no es asi, no se puede ocultar para siempre un error, eso puede repercutir en su vida futura.

BLA Isaías 5:20 ¡Ay de aquellos que llaman bien al mal y mal al bien, que cambian las tinieblas en luz y la luz en tinieblas, que dan lo amargo por dulce y lo dulce por amargo!


Creo que todos somos un ser integral formado por
1.     Cuerpo (que es el móvil físico que usamos para movernos en esta dimensión),
2.      Alma (que es el siento de todas nuestras emociones y pensamientos, o sea como que fuera nuestra misma personalidad)
3.     y Espíritu (que es la misma energía que un Ser Divino Supremo nos ha dado)

He hallado que algunas personas no hacen diferencia o separación de  los puntos 1 y 2 pero, dado que mi libro favorito es la Biblia, allí encuentro que el apóstol  Pablo nos habla de los tres puntos:

LBA 1 Tesalonicenses 5:23 Y que el mismo Dios de paz os santifique por completo; y que todo vuestro ser, espíritu, alma y cuerpo, sea preservado irreprensible para la venida de nuestro Señor Jesucristo.

¡¡¡Entonces!!!
Como esto no es un estudio bíblico, terminaré preguntando lo siguiente:
1.     ¿Te has quedado a ver lo que le enseñan a tus hijos?- Esto debiera ser incluso aplicable al colegio o la escuela-
2.     ¿realmente invierten tiempo en enseñarles esos valores que anuncian? ¿Cuál sería tu reacción si un día los ves sentados escuchando en vez de estar pateando, corriendo y gritando?
3.     ¿Te interesa una escuela con valores para aprender o solo quieres una escuela de golpes, brincos, gritos y patadas? ¿o solo te interesa la fama y la fortuna de la competencia?
4.     ¿Quieres ser tu o tu hijos personas de carácter definido o actores de Hollywood?
5.     ¿En qué clase de filosofía basas tus valores y los de tu familia?
6.     ¿Quieres disciplina o prefieres falsa motivación para tu vida? –la motivación no alcahuetea las cosas mal hechas.-
7.     ¿Buscas una escuela por su enseñanza o solo por el status de la marca?

Voy a cerrar con algo más de la Biblia:

Mateo 7:20 Así que por sus frutos los reconoceréis.
Espero que todos podamos meditar en la enseñanza y formación de nuestros hijos, ellos heredarán la Tierra que les dejemos, pero solo la cuidarán con esa formación que les demos.

Bendiciones,
Mario A. Lorenzana
Senior Professor
Doctor of Martial Arts Science
Biblical and Life councelor


jueves, 26 de noviembre de 2015

La Disciplina y los Niños




La palabra disciplina es confundida o mal interpretada tan a menudo que, se vuelve algunas veces una palabra temida por grandes y chicos. Por ejemplo, se relaciona con la reprensión de un padre, cuando su hijo hace una travesura y hay que “disciplinarlo”. Algunas veces, cuando las personas cometen alguna falta o error, deben comparecer ante un comité disciplinario. Incluso en algunas religiones, la disciplina es comparada con la reprimenda por faltas cometidas.

Pero ahora, vayamos un poco más lejos, la disciplina es a menudo confundida con hacer algo obligada o metódicamente, como cuando el niño dice, no quiero ir a estudiar, o no quiero ir a las clases de piano, o de violín, o karate, o natación, pero es forzado a asistir, porque debe “TENER DISCIPLINA DE CUMPLIR CON SUS OBLIGACIONES”.  Cuando la verdadera disciplina es cumplir con una tarea disfrutando de ella.
Poniéndolo de otra forma, cuando alguien tiene una deuda con una tarjeta de crédito, debe cumplir por ley con el pago de la deuda, pero esto realmente no tiene que ver con la disciplina. La disciplina debe empezar por no gastar más de lo que se gana, para no endeudarse más de la cuenta, luego viene la disciplina de guardar el dinero para pagar la deuda contraída, y no gastarlo en otras cosas.
Otro ejemplo, es cuando alguien se levanta todos los días a correr muy temprano; puede ser que solo siga las instrucciones del médico, pero si en realidad no comprende los beneficios de correr para su salud y su vida, entonces lo más probable es que lo abandone al poco tiempo, porque lo hará solo por rutina, y no disfrutará del placer del aire fresco, la energía que le dejará el ejercicio matutino, el control de su peso, el mejor rendimiento físico y mental, etc.
Al niño debemos darle instrucción, no solo enseñarle  que está obligado a seguir instrucciones, la misma Biblia nos dice que debemos enseñar al niño el camino en el que debe andar, y aun cuando sea viejo no se apartará de él (Pr 22:6); lo que nos lleva a entender que, quien es instruido en los beneficios de hacer las cosas bien, las hará de esta manera, con el interés de disfrutar de los beneficios que esto conlleva.
En resumidas cuentas, la disciplina no tiene que ver con estas cosas, la verdadera disciplina, como enseñamos en nuestras escuelas es: “HACER LAS COSAS BIEN, PORQUE YO QUIERO QUE ME SALGAN BIEN, Y SIN NECESITAR SUPERVISIÓN ALGUNA, PORQUE YO COMPRENDO LOS BENEFICIOS DE LO QUE HAGO”
La próxima vez que pienses en enseñar disciplina no olvides que para inculcarla, es mejor explicar los beneficios que tiene hacer las cosas bien, de esta manera, con el tiempo, la excelencia en las actividades se vuelve un hábito tan enraizado, que lo único que pueden cosechar las personas es éxito en todo lo que emprendan, porque todo lo harán con excelencia.
Y si eres alguien disciplinado, ¡felicidades! Ahora puedes tomar la disciplina de mejorar cada día lo que hiciste el anterior, o sea, tener la disciplina de aumentar tu disciplina todos los días. ¡Bendiciones!
Mario A. Lorenzana
Doctor of Martial Arts Science
Director Lorenzana’s Martial Arts Studios

domingo, 15 de noviembre de 2015

OTRA VEZ? PARA QUÉ? YA ME ABURRÍ :/


REPETICIÓN, REPETICIÓN, REPETICIÓN... Y MAS REPETICIÓN


En 2007, durante una visita a la escuela de mi maestro Bob Liles, conocí mis primeros ejercicios o "drills" con arnis (Doce Pares) y recordé la primera vez que tuve contacto con un arma en artes marciales.
La frustración, la desesperación de no poder fluir en el movimiento, la impotencia de sentirte tonto, por no poder desarrollar las secuencias o ejercicios de la manera que lo hacen los demás y la voz interna repitiendo “tengo que aprender y superarme para la próxima clase, mañana repasaré sin descanso”

He seguido aprendiendo y puedo darme cuenta de lo poco que sé de este arte marcial, pero aun me esfuerzo por tratar de mejorar la calidad de mi movimiento y de mi trabajo de maniobras (Footwork). Tengo la dicha de estar aprendiendo de un gran instructor de PTK, Lakan Guro Ron Fortin, un Marine texano, descendiente de filipinos, muy paciente, dedicado a la hora de enseñar, que radica en Antigua Guatemala. Guro Ron (como me gusta llamarlo, pero siempre que lo hago  me corrige)nos ha dado unas lecciones muy interesantes, cargadas de repeticiones y más repeticiones, por ejemplo, la primera vez que nos reunimos a entrenar, hicimos los golpes en ángulos 1 y 2 más de 1400 veces. Estas son lecciones que me traen siempre a la mente recuerdos de mis 42 años involucrado en las artes marciales.

Pero la enseñanza más recurrente en todas las lecciones aprendidas de maestros ha sido siempre la repetición, una y otra vez repetimos el mismo movimiento, y así debe ser, para poder llegar a alcanzar un determinado grado de maestría.

Claro! No basta con repetir desganadamente lo mismo todos los días, esa clase de repaso equivale a repasar una y mil veces con un bolígrafo la misma letra sobre un pedazo de papel, si no le prestas atención a lo que haces y si no buscas mejorar tus trazos, acabaras por abrirle un agujero al papel y de todas formas seguirás teniendo la misma letra, lo importante es hacerlo de manera consciente y buscando mejorar los trazos para que tu letra se vuelva cada vez más legible y más estética, mejorando también la velocidad de tu escritura, al grado que si prestas atención, si aprendiste a escribir con lápiz de grafito, al escribir ahora con esa misma clase de lápiz, tus trazos son sorprendentemente más rápidos y más estéticos, y esto en parte se debe a la memoria subconsciente y la memoria muscular.

Así,  con el movimiento pasa lo mismo, debes repetir una y otra vez, teniendo conciencia de la importancia de mejorar cada día tus trazos y la aplicación de cada principio y aspecto de tu técnica. No basta con hacer una secuencia cada vez más rápido, si sacrificas la calidad del movimiento por la velocidad. Debes practicar para mejorar tu trazo, tu fluidez, tu aplicación, tu potencia, tu efectividad, tu comprensión, tu capacidad de re formular las secuencias, tu estética, tu capacidad de explicar el movimiento a otros. Si aprendes una técnica, sabrás una técnica, si comprendes un principio, entonces sabrás mil técnicas. Si sabes moverte eres un experto, pero si sabes el porqué de cada movimiento, entonces vas camino a la maestría. GM Rene Tongson (El Guardián del sistema de Arnis Clásico Abaniko Tres Puntas), me contó que sus primeras lecciones fueron meses con los golpes uno y dos y el trabajo de pies, mientras su maestro cocinaba y le contaba historias, que muchas veces no estaban relacionadas con el arte marcial; entrenaban todos los días de 1 a 2 horas y el fin de semana en sesiones más largas. 

La repetición va más allá de todo lo anterior, también te recuerda la humildad y la constancia necesarias para llegar a convertirte en un verdadero maestro de artes marciales, todos los grandes maestros que conozco, son humildes y han aprendido de esta manera. El problema con las escuelas de hoy, o más bien con los practicantes de hoy, es que no quieren pasar por procesos largos de aprendizaje, no quieren repetir y repetir lo mismo, y si lo hacen, no se preocupan por mejorar en cada repetición. La sociedad actual es acelerada, está ansiosa de aprender rápido y sin mayor detalle, por eso muchos artes se han ido diluyendo. 

No quiero decir que el aprendizaje deba ser lento por excelencia, me refiero a que cada practicante es responsable de manejar apropiadamente la información que le es trasmitida por el maestro, y para ello es necesario dar un  paso y dejar esa etapa de practicante, para convertirse en alumno y luego en discípulo de su maestro. 

Los discípulos de Jesucristo, el maestro que partió en dos la historia de la humanidad (A.C./D.C.) pasaron por distintas etapas, yendo de oyentes a creyentes, de creyentes a siervos, de siervos a amigos y algunos terminaron dando enseñanzas como las de su maestro. Este es un ejemplo que todos aquellos que anhelamos llegar un día a ser maestros podríamos seguir y me atrevo a decir que si lo hacemos lograremos triunfar en esa y muchas otras metas que podamos trazarnos, después de todo, esto es lo que realmente se llama disciplina, o como lo decimos en nuestras escuelas: “disciplina es hacer las cosas bien, porque yo quiero que salgan bien, sin necesidad de nadie que me vigile mientras las hago”

APRENDE, REPITE, REPITE, REPITE, VUELVE A REPETIR; MEJORA LO QUE HICISTE ANTERIORMENTE CON CADA REPETICION; SI NO ENTIENDES PREGUNTA Y VUELVE A REPETIR, MEJORALO. CUANDO TE CANSES, SOLO VUELVE A REPETIRLO Y RECUERDA, MAÑANA PODRAS REPETIR OTRA VEZ Y MEJORAR LO QUE HICISTE HOY… EL CAMINO DE LA MAESTRÍA NO TIENE ATAJOS, ESTA LLENO DE LECCIONES APRENDIDAS DE CADA ERROR Y PAVIMENTADO CON MUCHAS GOTAS DE SUDOR, ADELANTE!